En las últimas décadas, la conciencia medioambiental y la inversión tecnológica han aumentado, impuslando a las empresas a investigar alternativas a su habitual forma de hacer. Quizás uno de los ejemplos más disruptivos sea el de la industria del automóvil que, de la mano de compañías como Tesla, ha evolucionado hacia un nuevo paradigma de movilidad: la movilidad eléctrica.
No obstante… este cambio aún parece un gran salto para algunas compañías, cuando gran parte de sus adaptaciones suponen beneficios a largo plazo en la forma de hacer y optimizar recursos.
A menudo, lo que más cuesta de comprender en el discurso es el cambio de “mentalidad gasoil” a “mentalidad eléctrica”. Una vez hecho esto, las posibilidades de la movilidad eléctrica son un claro ejemplo de optimización de recursos, evolución tecnológica y ahorro para tu empresa.
¿Quieres saber el motivo? En este post vamos a explicarte qué es la movilidad eléctrica, cómo puedes aplicarla en tu empresa y 10 razones por las que debes sumarte a esta nueva revolución. ¡Empezamos!
Muy sencillo, empezamos con una definición de libro: La movilidad eléctrica es aquella que utiliza motores eléctricos para impulsar un vehículo ya sea un coche, un autobús, un patinete, o cualquier medio de transporte.
Todos estos vehículos tienen en común que son total o parcialmente eléctricos, pueden almacenar energía en baterías a bordo, y extraen la mayor parte de su energía de la red eléctrica.
El nuevo paradigma de la movilidad eléctrica supone los siguientes cambios a la hora de conducir:
La sociedad cada vez es más exigente con las empresas para que minimicen el impacto medioambiental de su actividad. La integración de la movilidad eléctrica en la flota de una empresa no solo contribuye positivamente a la consecución de los objetivos de sostenibilidad de la compañía, sino que, además, dota de contenido a sus políticas de Responsabilidad Social Corporativa, adquiriendo un compromiso con los consumidores.
Poner en marcha soluciones que respondan a las preocupaciones de la sociedad, mejora la imagen de marca de una empresa. Incluir el coche eléctrico en la empresa demuestra compromiso por minimizar el impacto de la actividad que se desarrolla.
En los últimos años, muchas ciudades han acotado zonas de bajas emisiones - ZBE - para reducir sus niveles de contaminación y mejorar la calidad del aire. Los vehículos eléctricos pueden circular sin restricciones, lo que garantiza la movilidad y facilitan las operaciones de empresas, profesionales autónomos y usuarios particulares que realizan su actividad en el centro de las ciudades.
Los vehículos eléctricos tienen una autonomía cada vez mayor y ya hemos roto esa barrera del miedo en los viajes largos. Hoy en día un coche eléctrico utilitario que monte una batería de 40 kWh puede recorrer hasta 270 kilómetros con una sola carga. Pero ahora ya muchos vehículos montan baterías de 60 a 80 kWh. que presentan autonomías de más de 500 kilómetros.
Si nos enfrentamos a un viaje largo el coche será suficientemente autónomo como para, a través de su software estructurar las paradas del viaje y decirnos por cuánto tiempo deberíamos parar si fuera necesario. Además, este itinerario será modificable por el conductor ya que te permite ver en tiempo real cuántos cargadores hay libres en cada estacionamiento. En relación a la autonomía, también cabe destacar la preparación de las ciudades para cargar nuestro vehículo. Actualmente la gasolina solo la encontramos en gasolineras.
No obstante, la electricidad está en todos lados y es por ello que es perfectamente posible cargar nuestro coche mientras avanzamos con nuestro estilo de vida usual. Cargar el coche mientras compramos, dormimos, trabajamos, etc. Este es el futuro y el nuevo paradigma en el que debemos adentrarnos. El cambio de mentalidad hacia la movilidad eléctrica nos hace no limitar un espacio de nuestro tiempo con el único fin de repostar. El coche eléctrico es capaz de amoldarse al estilo de vida del conductor para no estar pendiente de la autonomía.
En los últimos tiempos se ha disparado el desarrollo y lanzamiento de nuevos modelos eléctricos al mercado. Esto ofrece a empresas y particulares una gama más amplia de opciones donde elegir de acuerdo a sus necesidades, el tipo de ruta, los hábitos de conducción o las distancias a recorrer.
Aunque el coste de adquisición de un vehículo eléctrico aún es elevado, la inversión se puede suavizar si se utilizan por alternativas como el renting, que permite disponer de un coche eléctrico y todos los servicios asociados incluidos por una cuota mensual. Además de disfrutar de otras ventajas que pongan en marcha las Administraciones Públicas para fomentar la movilidad eléctrica.
Existen estudios que demuestran que los usuarios de vehículos eléctricos muestran un mayor grado de satisfacción al conducir en comparación con los que conducen otro tipo de coches. Así, un 86% de los conductores de vehículo eléctrico descartan volver a un vehículo con motor de combustión tradicional. Alegando que el vehículo eléctrico no contamina, su aceleración es más rápida, no emite ruido y, además, sienten menos estrés cuando conducen.
Hay estudios que demuestran que las nuevas generaciones, toman sus decisiones vitales y de compra, contemplando aspectos que van más allá del plano económico y buscando que se alineen con sus valores. Así, trasladar el compromiso medioambiental de una empresa mediante la incorporación de la movilidad eléctrica puede llamar la atención de potenciales empleados y clientes.
Los conductores de coches eléctricos pagan menos impuestos. En España, están exentos de pagar el impuesto de matriculación y se benefician de bonificaciones del impuesto de circulación de hasta el 75 % por parte de algunos ayuntamientos. Además, el consumo de electricidad de estos vehículos es muy inferior al coste del combustible de los vehículos tradicionales.
A nivel legal, es ahora cuando las instituciones tienen más ayudas y beneficios para poner en marcha un proyecto de movilidad eléctrica y ser responsables con el medio ambiente.
En un entorno cambiante encontrar factores que diferencian nuestra empresa de la competencia puede otorgar ventajas en el mercado. Los vehículos eléctricos pueden ser ese factor que marca la diferencia si se consigue transmitir el valor añadido que aporta tanto a la organización como a la sociedad.
Las bicicletas eléctricas cuentan con batería y un sistema de pedaleo asistido, lo que te permite combinar el ejercicio con desplazamientos cotidianos. Existen diferentes modelos y, dependiendo de su batería, pueden tener una autonomía entre 30 y 80 kilómetros y pueden circular a 25 km/h.
Esta es una alternativa sostenible y práctica para la movilidad, pues son livianas y fáciles de cargar. Las patinetas tienen una autonomía entre 20 y 60 kilómetros.
Una de sus ventajas es que son silenciosas, ahorran combustible y, dependiendo de su modelo y marca, pueden tener una autonomía entre los 80 y 120 kilómetros.
Los coches eléctricos cuentan con motores más eficientes que los coches de combustión interna y pueden tener una autonomía entre los 200 y 600 kilómetros, que varían de acuerdo a la marca y la batería del vehículo. Aunque como es una tecnología que avanza a pasos agigantados, cada vez vemos coches con más autonomías y baterías cada vez más eficientes.
En definitiva, ya conoces varias razones para incorporar la movilidad eléctrica a tu empresa, ponte en contacto con Mobility Service, somos expertos en movilidad eléctrica y marcas punteras como Tesla, y estudiaremos tu caso y te recomendaremos el vehículo que más se adapte a las necesidades de tu negocio.