Apostar por la movilidad eléctrica supone dar un paso hacia la sostenibilidad. El coche eléctrico supone un nuevo hábito de vida tanto a la hora de hacer las cargas como a la hora de visitar el taller. Y es que los vehículos eléctricos tienen una mecánica totalmente diferente al de un coche convencional de combustión. Es por esto que en este artículo vamos a explicarte cómo es y cómo funciona el motor de un coche eléctrico.
¿Qué es un motor eléctrico?
Un motor eléctrico de un coche utiliza energía eléctrica para crear campos magnéticos que se oponen entre sí, provocando el movimiento de una pieza móvil, denominado rotor, que está dentro de un componente estático: el estator.
¿Cómo funciona un motor eléctrico de coche?
Un coche eléctrico obtiene la energía de unas baterías recargables que, junto al cargador, dispositivo que se encarga de transformar la energía alterna en corriente continua que se acumula en la batería, y el propio motor constituyen sus partes fundamentales.
El funcionamiento de un motor eléctrico del coche se basa en la creación de un campo magnético, como consecuencia del paso de la corriente eléctrica generada por las baterías por los diferentes arrollamientos.
Dicho campo magnético provoca que el rotor, que es la parte móvil ubicada dentro del estator compuesto de una serie de engranajes, comience a girar y que, por consiguiente, las ruedas del coche se muevan a la velocidad que decida el conductor.
Partes del motor eléctrico
A pesar de la simpleza de su estructura, los motores cuentan con varias partes que son las responsables de liberar la energía para ponerlo en funcionamiento cuando se arranca el coche. Estos son los componentes más básicos del motor:
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Cargador embarcado: Este componente es el encargado de transformar la energía eléctrica de un punto de carga de corriente alterna en corriente continua, que es la que se va acumulando en la batería.
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Convertidor: Su función es transformar la corriente continua a alterna, y viceversa. Esta transformación va dependiendo si el coche está en aceleración o desaceleración. Además, es el responsable de controlar el motor según las demandas del conductor.
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Motor eléctrico: Es el motor en sí, el que se encarga de convertir la energía eléctrica en movimiento. Transforma la energía cinética en electricidad cuando se encuentra en fase de desaceleración, almacenando esa energía en la batería. Es lo que se conoce como frenada regenerativa.
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Batería: Es el componente que almacena la energía eléctrica en pequeñas celdas, como la batería de un móvil. El motor consume esa energía para sus necesidades, la cual se va agotando y hay que recargarla.
Tipos de motores eléctricos
En la actualidad, los vehículos eléctricos utilizan dos tipos de motores: los síncronos de imanes permanentes y los asíncronos o de inducción. Veamos cómo funcionan cada uno de ellos.
Motor síncrono o de imanes permanentes
El funcionamiento de estos motores eléctricos se basa en el principio de atracción y repulsión magnética, invirtiéndose el campo magnético cuando los imanes se alinean entre sí. Este alineamiento se realiza en los modelos de vehículos eléctricos actuales mediante gestión electrónica.
El pequeño tamaño y gran eficiencia son las grandes ventajas de este tipo de motores que, sin embargo, tienen unos costos de producción más elevados.
Motor asíncrono o de inducción
Se trata del tipo de motor utilizado en los primeros modelos de Tesla, aunque a partir del Model 3, la marca líder del coche eléctrico se ha decantado por el motor síncrono dado que es algo más eficiente.
El motor asíncrono no utiliza imanes, sino que el funcionamiento se basa en el principio de inducción de un campo magnético en movimiento tanto en el estator como en el rotor. Es precisamente esta inducción del campo magnético por electricidada lo que genera un consumo extra de energía que hace que este tipo de motores sean menos eficientes.
¿Cuál es el mantenimiento de este tipo de motores?
Pues debemos decirte que este tipo de motores no requieren ningún tipo de mantenimiento a lo largo de la vida útil del coche. Al no contar con piezas móviles sometidas a intensos rozamientos ni altas temperaturas, tanto el motor eléctrico del coche, como el sistema electrónico y el de carga apenas precisan mantenimiento. Dada la sencillez del conjunto, el motor eléctrico no precisa de las múltiples revisiones y sustituciones de componentes a las que estábamos acostumbrados con los motores de combustión.
Entonces, si no hay que revisar el motor... ¿Debo realizar alguna otra labor de mantenimiento en un coche eléctrico?
4 tips para el mantenimiento de un coche eléctrico
Si quieres optimizar tu flota de vehículos eléctricos es importante que sigas el plan de mantenimiento recomendado por el fabricante y éste suele centrarse básicamente en la revisión de los "consumibles" del vehículo. Normalmente, en los vehículos eléctricos de última generación, este plan se centra básicamente en revisar el estado de filtros de aire, neumáticos y líquido de frenos.
De esta manera, si por ejemplo conducimos un Tesla Model 3, os detallamos los 4 consejos de mantenimiento que deberéis seguir:
1. Revisa el filtro HEPA
Para el Model 3 Tesla recomienda, entre otras cuestiones, el reemplazo del filtro del habitáculo cada 2 años, o bien cada 3 si se trata de un filtro de partículas de elevada eficacia (HEPA).
2. Revisa el líquido de frenos
También señala la necesidad de comprobar el líquido de frenos cada 2 años, sustituyéndolo sólo si se encuentra en mal estado. Elementos como los amortiguadores, los neumáticos, los frenos o el limpiaparabrisas precisan del mismo mantenimiento en un coche eléctrico que en uno de combustión interna.
3. Revisa el estado de los neumáticos
Es imprescindible verificar con la frecuencia adecuada la presión, desgaste y, por supuesto, su correcto funcionamiento. Esto lo deberéis hacer cada 20.000 kilómetros aproximadamente. Sí que es verdad que el desgaste de los neumáticos depende en gran medida del tipo de conducción realizada con el vehículo pero es muy extraño que se produzca una alta degradación antes de llegar a este kilometraje.
4. Revisa el sistema de aire acondicionado
En un Tesla Model 3 el sistema de aire acondicionado incluye una bolsa que debe ser sustituida recomendablemente cada 6 años.
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