El Grupo Volkswagen ha confirmado que intensificará su apuesta por el coche eléctrico, y lo hará con la ampliación de su capacidad de producción. Pondrá en marcha la que será su primera gran planta de fabricación de baterías fuera de Europa. Una gigafábrica que se ubicará en Canadá.
El objetivo es ampliar su producción en Norteamérica, sin duda una apuesta clara por posicionarse en el mercado de los coches eléctricos, que está creciendo con fuerza en cuanto a demanda.
El Grupo Volkswagen y su empresa de baterías PowerCo han elegido la localidad de St. Thomas, en Ontario, Canadá, para establecer la primera gigafábrica de Volkswagen en el extranjero para la fabricación de baterías.
Una enorme planta que se ha propuesto reducir al mínimo su huella ambiental al aprovechar la enorme producción con energías renovables de Canadá, y cuyo inicio para la producción está previsto se realice a lo largo del año 2027.
Según Oliver Blume, CEO del Grupo Volkswagen: “Nuestra estrategia en América del Norte es una prioridad clave en nuestro plan de 10 puntos que presentamos el año pasado. Con las decisiones para la producción de celdas en Canadá y una fábrica para la marca Scout en Carolina del Sur, estamos acelerando la ejecución de nuestra estrategia en este mercado”.
La decisión de PowerCo de ubicar esta planta en Ontario es un nuevo paso adelante en el despliegue global de la estrategia para diversificar las fuentes de suministro de baterías para el grupo.
Tres fábricas de baterías en todo el mundo
Después de Salzgitter y Sagunto (Valencia) esta será la tercera planta propiedad del Grupo en todo el mundo y la primera fábrica de celdas de PowerCo en América del Norte.
Esta se encargará de suministrar baterías a los coches eléctricos del Grupo en la zona, y es parte de un plan más amplio que Volkswagen y PowerCo acordaron con el gobierno del primer ministro canadiense Justin Trudeau en agosto del año pasado. El Memorando de Entendimiento firmado en ese entonces se enfoca en la creación de valor de las baterías y la seguridad de las materias primas para promover la movilidad eléctrica en el país.
El reto es lograr alimentar una familia de coches eléctricos del Grupo Volkswagen que solo en los Estados Unidos supondrá lanzar más de 25 nuevos modelos BEV hasta 2030, y que además tendrán que ser fabricados en la región para poder acceder a los subsidios de la Inflation Reduction Act (IRA). Y es que, esta ley excluye de las ayudas públicas a los coches eléctricos fabricados fuera de la zona de libre comercio de Estados Unidos-México-Canadá, incluyendo su batería, que también tendrá que contar con materiales y producción local.
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Fuente: Volkswagen
