Toyota Chemical Engineering ha desarrollado una nueva tecnología de reciclaje para baterías de alto voltaje que, según Toyota, permite reducir las emisiones de CO2 en el proceso de reciclaje y reutilizar más materias primas.
La necesidad de establecer una economía circular
Los promotores explican que la creciente difusión de los vehículos eléctricos implica que en su fabricación se necesitan cada vez más metales raros como el cobalto y el litio. Como estos materiales solo están disponibles en cantidades limitadas, el tema del reciclaje adquiere cada vez mayor importancia, “también para establecer una economía circular que conserve los recursos en el camino hacia la neutralidad climática”.
Toyota señala además que los fabricantes de baterías europeos están obligados a procesar una proporción fija de metales raros recuperados de baterías usadas a partir de 2031.
Para su nuevo desarrollo, Toyota especifica que a diferencia de los métodos de reciclaje convencionales, donde las baterías usadas se procesan primero en una planta de incineración antes de que se recolecten los metales raros y se procesen más, y son algo propensos a una mayor pérdida de materiales, el nuevo proceso es más seguro y tiene mayores rendimientos.
Toyota ha ido aumentado sus capacidades de reciclaje
El proceso se desarrolla de la siguiente manera: el electrolito líquido, altamente inflamable y que favorece el movimiento de los iones, se destila y se extrae. A continuación, las celdas de la batería se trituran, se clasifican y se vuelven a introducir en el proceso de producción. Las piezas recuperadas son grandes trozos que contienen aluminio o hierro o el llamado polvo de "masa negra", que contiene diversos metales raros.
Toyota ha ido aumentando de forma constante sus capacidades de reciclaje y construyendo nuevas instalaciones en todo el mundo, por ejemplo, anunciando una asociación con Cirba para el reciclaje de baterías en EE. UU. en 2023, con un acuerdo de suministro de material con la empresa de reciclaje Redwood Recycling un mes antes del anuncio. Las dos empresas habían comenzado a cooperar en 2022. En 2019 se lanzó una serie de colaboraciones, incluidas actividades de reciclaje, con el gigante chino de baterías CATL .
“Por supuesto, la implementación de estos nuevos procesos también implica altos costos de inversión”, explicó Yumi Otsuka, directora de sostenibilidad de Toyota. “Pero es fundamental tener una visión integral del ciclo de vida de un automóvil. Tomemos como ejemplo nuestro servicio de movilidad KINTO. Cómo gestionamos los vehículos nosotros mismos, es más fácil garantizar la reutilización y el reciclaje de piezas y materiales”.
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Fuente: electrive.com, toyota-media.de (en alemán)
