Poco a poco, Estados Unidos va electrificándose para así llegar a cumplir el objetivo inicial de alcanzar el 50% de ventas de coches eléctricos para 2030, un elevado porcentaje en el que te también están incluidos los híbridos enchufables y los coches de hidrógeno.
En 2026, la Casa Blanca introducirá una nueva normativa de emisiones, mucho más restrictiva que pondrá el foco en los vehículos más contaminantes. Pero antes, concretamente en este 2023, la administración Biden tenía previsto dar un paso importante, el mismo que ya ha sido confirmado.
Desde Washington están centrados con el cambio de tendencia hacia la movilidad eléctrica pero al mismo tiempo quieren seguir protegiendo su producto nacional. Es por eso que acaban de dar luz verde a la entrega de bonificaciones fiscales para la compra de coches cero emisiones, pero solo de aquellos que tengan un alto porcentaje de fabricación en su territorio.
Las ayudas
Para poder optar a los 7.500 dólares de ayuda gubernamental, una tarifa similar a la que se ofrece en España con el Plan MOVES III, el coche eléctrico en cuestión deberá tener el 50% del valor de sus baterías ensambladas en América del Norte y el 40% de las materias primas de sus baterías tienen que venir de un país amigo.
Para que esto se acabe de entender del todo, es como si nuestro Gobierno dijera que para optar por los 7.000 euros de descuento del Plan MOVES III, la batería tuviera un 50% del valor fabricado en la Península y un 40% de los materiales proviniesen de un país amigo.
La ventaja, al igual que ocurre en Estados Unidos, es que España cuenta con una industria automotriz bastante fuerte, aunque los norteamericanos siguen con la ‘mosca detrás de la oreja’ al ver cómo en Europa las marcas chinas están llegando con fuerza.
Subida gradual
Estas reglas se han introducido como parte de la Ley de Reducción de la Inflación siendo el Departamento del Tesoro el que ha terminado por pulir los detalles. En el caso de la fabricación de los batería en relación a los componentes, un porcentaje determinado debe fabricarse en América del Norte incrementándose gradualmente año a año hasta llegar al 100% del mismo en 2030.
Para determinar los valores, el propio Departamento del Tesoro identificará qué componentes se ensamblan en América del Norte, el valor de cada componente, el valor total de todos los componentes de la misma y, finalmente, calculará cuánto de ese total proviene de América del Norte.
Acuerdos con terceros
En el caso del abastecimiento de materias primas más escasas o denominadas críticas como son el litio, níquel, cobalto…, la calificación es algo más compleja ya que un porcentaje determinado deberá provenir de sus propias fronteras o, como mínimo de un país ‘amigo, es decir, con el que tenga libre comercio. Como opción válida, dichos materiales podrán provenir de una planta de reciclaje en América del Norte.
Para determinar qué países pueden formar parte de esta categoría, el Tesoro analizó cuáles han reducido o eliminado las barreras comerciales de manera preferencial al tiempo que se han comprometido a no imponer nuevas barreras y eliminaron las restricciones a las exportaciones a los EEUU.
Reduciendo la cuenta de estos territorios sería Australia, Bahréin, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras, Israel, Japón, Jordania, Corea, México, Marruecos, Nicaragua, Omán, Panamá, Perú y Singapur. Esta nueva reglamentación entrará en vigor a partir del 17 de abril lo que implica que todos los vehículos registrados a partir de estas fechas deberán estar ya sujetos a estas reglas.
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