Ana García
Los vehículos eléctricos pueden ser una de las soluciones a la dependencia de los combustibles fósiles y una de las herramientas disponibles para combatir el cambio climático. Sin embargo, a pesar de sus beneficios, el crecimiento del parque automovilístico eléctrico frente al de los vehículos de gasolina, todavía es lento.
Pueden ser múltiples las causas de esta lentitud en la adopción de la movilidad, pero una de ellas puede ser que los ciudadanos no comprendan del todo las similitudes y las diferencias entre los autos eléctricos y los de gasolina. En este post te explicamos las principales.
1. Mecánica más simple
La diferencia principal entre un auto eléctrico y uno de combustión es fácil. El primero, el coche eléctrico, obtiene la energía para mover las ruedas de la electricidad que se almacena en una batería y hace girar uno (o varios) motores eléctricos. Mientras que el segundo, el coche de combustión, lo hace de la energía química que se libera en la explosión del combustible y empuja los pistones del motor.
Sin embargo, la idea principal de este punto es que a nivel mecánico un coche eléctrico es mucho más simple al tener menos componentes. Esto se traduce en un menor mantenimiento y en menos probabilidades de sufrir una avería. A grandes rasgos un coche eléctrico cuenta con los siguientes elementos:
Un cargador: que transforma la corriente continua en alterna del enchufe de casa o wallbox para cargar la batería.
La batería: que almacena la energía eléctrica y que trabaja en corriente continua.
Un inversor: que convierte la corriente continua de la batería en alterna para hacer mover el motor eléctrico.
El motor eléctrico: que genera el movimiento a partir de la electricidad.
Un reductor: (básicamente dos engranajes con una relación de transmisión fija) que multiplica el par a la salida del motor.
Como vemos, los principales elementos que componen un coche eléctrico son cinco, careciendo de embrague, caja de cambio y sistemas tan complejos y propensos a sufrir averías.
2. Menor mantenimiento pero reparaciones más especializadas
Siguiendo con el hilo de lo que veníamos comentando, el mantenimiento de un coche eléctrico es más simple. A pesar de esto, no quiere decir que no se deba acudir a realizar revisiones periódicas como con cualquier otro coche.
En cambio, aunque el mantenimiento es más sencillo y puede llevarse a cabo en prácticamente cualquier taller, la cosa cambia cuando hablamos de una avería. No porque sea más cara sino porque necesita una serie de conocimientos específicos. Aún así hacemos hincapié en que con los coches eléctricos tienen menos elementos móviles y por lo tanto, menos posibilidades de averías.
3. Más espacio interior
A la hora de diseñar un coche eléctrico existen dos planteamientos diferentes. Hasta hace poco se solía tomar la base de un coche convencional y sustituir motor térmico por el eléctrico, aprovechando el hueco sobrante en el vano motor para alojar el inversor y colocar la batería en el lugar del depósito, y como es necesario algo más de espacio, tomarlo prestado del maletero. Este camino se traduce en un coche con un habitáculo de igual espacio pero con una menor capacidad de carga.
En cambio, la nueva generación de coches eléctricos se diseñan partiendo de una hoja en blanco, con plataformas específicas creadas para ellos acorde a sus necesidades y que permiten maximizar sus ventajas. Esto da lugar a que en comparación con un coche térmico de similar tamaño exterior, uno eléctrico ofrezca un habitáculo y maletero con más espacio, ya que la batería se aloja bajo el suelo y la distancia entre ejes es mayor al no necesitar un motor tan grande.
4. Puntos de carga vs gasolineras
El número de puntos de recarga de vehículos eléctricos en España ha ido y sigue aumentando en los últimos años debido a la creciente demanda de estos vehículos y al esfuerzo del gobierno y de otras entidades para fomentar su uso. Es difícil saber cuántos puntos de recarga de vehículos eléctricos hay exactamente en España en este momento pero podríamos hablar de alrededor de 12.000 puntos de recarga públicos y se prevé multiplicar por cinco esta cantidad de cara al 2030. Además, existen subvenciones y ayudas para fomentar la instalación de puntos de carga públicos y privados.
5. Planificación de los viajes
Una de las diferencias más notables entre los autos eléctricos y los de combustión es a la hora de viajar. Si eres nuevo en esto de la movilidad eléctrica, te recomendamos que planifiques tu ruta teniendo en cuenta dónde puedes encontrar puntos de recarga a lo largo del viaje. Pero lo cierto es que con el tiempo te acostumbrarás. Actualmente existen muchas aplicaciones que te muestran dónde están los puntos de carga y te ayudan a planificar el viaje, en este post de nuestro blog te recomendamos las mejores. Además, el propio software de muchos coches eléctricos como los Tesla ya te planifica la ruta para que tú no te tengas que preocupar de nada.
Desde Mobility Service te recomendamos que cuando viajes, hagas noche en hoteles o pares a comer en restaurantes que cuenten con cargador. De esta forma, no perderás tiempo.
6. Conducción más suave y cómoda
La conducción de un coche eléctrico no es muy diferente a la de un diésel o gasolina con cambio automático. Tan sólo será necesario acostumbrarse a la retención que se experimenta al levantar el pie del acelerador en un coche eléctrico que frena el vehículo considerablemente y que permite realizar lo que se conoce como “conducción con un solo pedal”, pero que en muchos casos es desconectable.
En cambio, las sensaciones sí que son diferentes. Por un lado, son coches mucho más suaves y silenciosos al carecer de elementos como la caja de cambio que dejan notar un pequeño “tirón” al engranar una velocidad o de un motor que vibra y suena, lo que da lugar a una mayor comodidad y confort.
Además, sus prestaciones son diferentes a las de un coche con motor térmico, ya que los eléctricos transmiten el par al suelo de forma instantánea y poseen una curva de par que entrega el mayor máximo desde la primera revolución. Todo esto les permite ofrecer unas aceleraciones y recuperaciones mayores a igualdad de potencia.
7. Modelos y autonomía
Aunque los primeros modelos de autos eléctricos fueron creados para entornos más urbanos, lo cierto es que cada vez hay más modelos disponibles y estos cada vez cuentan con más autonomía. La tecnología de los coches eléctricos se está desarrollando con mucha rapidez por lo que a pesar de que muchos detractores afirman que no hay modelos disponibles y los que existen no tienen la suficiente autonomía es falso. Te recomendamos que eches un vistazo a nuestro catálogo para ver muchos de los modelos disponibles.
Coches eléctricos vs coches de gasolina, ¿qué elegir?
En definitiva, si lo que buscas es una forma de movilidad más ecológica y sostenible sin duda, para ti es un coche eléctrico. Además, debes de tener en cuenta que el coste de las recargas es significativamente más barato que el coste de llenar un depósito de carburante. Por otra parte, como ya hemos comentado, un coche eléctrico necesita menos mantenimiento por lo que en este aspecto también es más económico. Ten en cuenta que la movilidad eléctrica no es el futuro sino que ya es el presente.
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