La batería es, sin duda, uno de los elementos más importantes de un coche eléctrico, ya que determina la autonomía del vehículo y eficiencia del motor, afectando también al peso final del vehículo y a su diseño. En realidad, la batería de un coche eléctrico es lo que realmente diferencia a un vehículo eléctrico de otro de combustión interna.
Con el litio, el silicio o el cobalto como componentes más comunes, la función de una batería de un coche eléctrico no se diferencia demasiado de la de un dispositivo de uso diario, como un móvil.
Las baterías transforman la energía química de la electricidad procedente de una carga, la almacenan en su interior y la liberan más tarde, nuevamente en forma de electricidad. Posteriormente, la energía eléctrica llega al motor del coche, que la transforma en la energía mecánica que hace rodar las ruedas del vehículo.
Aunque no son los únicos existentes, los siguientes tipos de baterías son los más usados por los coches eléctricos en la actualidad:
Batería de plomo-ácido. Son las más comunes y las que llevan más tiempo utilizándose por su bajo coste y buenas prestaciones, lo que compensa su peso excesivo y lentitud de recarga.
Batería níquel-hidruro metálico. Son muy apreciadas por su alta capacidad, aunque requieren de mucho mantenimiento y son muy sensibles a las altas temperaturas y las sobrecargas.
Batería ion-litio (LiCoO2). Tecnología novedosa caracterizada por su alta eficiencia, prácticamente nulo mantenimiento y sin efecto memoria. Su alto coste limita su uso a coches eléctricos de gama media-alta.
Batería LiFePO4. Es una batería similar a la anterior, pero con mayor estabilidad y seguridad. Su punto flaco es su menor densidad energética.
Batería de polímero de litio. Variante del litio con mejoras incorporadas: más potencia, mayor densidad energética, menor peso y sin efecto memoria. Su principal debilidad es su bajo ciclo de vida.
Batería zinc-aire. Todavía en fase experimental, se trata de una batería de altas prestaciones y bajo coste que, probablemente, se acabará imponiendo en el futuro.
En lo que respecta a los cargadores o enchufes, se está realizando un gran esfuerzo de estandarización. Los más habituales son:
Conector Schuko. Se trata de una toma doméstica, como la que utilizamos para los electrodomésticos y el ordenador. El problema es que su intensidad se limita a 16 amperios, aunque normalmente no pasa de 12, y su potencia máxima es de 3,7 kW.
Conector Tipo 1 (SAE J1722 o Yazaki). Esta opción es más común en Estados Unidos y Asia que aquí en Europa. Dispone de 5 bornes, 2 de ellos para conectividad y puede cargar hasta una intensidad de 80 amperios a una potencia máxima de 7,4 kW. De esta manera puedes realizar un carga completa en menos de 7 horas en un coche con batería de 50 kWh.
Conector Tipo 2 (Mennekes).Es el más extendido en Europa y debe su nombre a la empresa alemana que lo diseñó. Se caracteriza por tener 7 bornes y poder cargar tanto en monofásico como en trifásico. Puede cargar con una intensidad de hasta 63 amperios y 44 kW.
Conector CCS (Combined Charging System). Este tipo de conector también permite cargar tanto en corriente continua (CC) como corriente alterna (CA) y se ha impuesto como el estándar en Europa para la carga ultarápida. Existen diversos tipos y con prestaciones muy variadas. Dispone de 9 bornes y puede cargar en corriente alterna hasta 63A y a 43 kW pero en corriente continua llegar hasta los 350 kW.
La autonomía, eficacia y vida útil de las baterías son las principales preocupaciones de los usuarios de coches eléctricos y de aquellos que están pensando adquirir uno. La buena noticia es que la tecnología de las baterías de los coches eléctricos avanza a pasos agigantados, convirtiéndolas en cada vez más eficientes, autónomas y con un ciclo de vida útil muy largo.
Las baterías de los modelos actuales de coches eléctricos pueden duran sin problemas más de 10 años a pleno rendimiento, con solo tener en cuenta estas sencillas recomendaciones:
No dejar que se descarguen del todo ni completar la carga al 100% (el rango recomendado es entre un 20 y un 80%).
Evitar los periodos de inactividad.
No exponer la batería a temperaturas extremas, tanto de frío como de calor.
Las baterías de un coche eléctrico pueden cargarse en el propio garaje de casa o del edificio, solo es necesario contar con un enchufe. Además, podemos usar alguno de los cada vez más numerosos puntos de recarga público, que podemos encontrar en parkings públicos, gasolineras, calles, centros comerciales, etc.
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