El pasado viernes, Carlos Sainz, llevó su Audi RS Q e-tron eléctrico a una victoria de etapa en el Rally Dakar que ha hecho historia. La victoria es la primera de un coche de la subclase T1-Ultimate, dedicada a los vehículos con motor alternativo, que se introdujo antes del Dakar de este año.

 

Aún así, en el primer año en que Audi ha puesto en marcha una máquina híbrida-eléctrica de serie en el famoso rally raid de larga distancia, Sainz considera que el reglamento no se ha establecido de forma que permita al e-tron competir en igualdad de condiciones con sus homólogos de gasolina.

Cuando Audi anunció por primera vez su intención de competir en el Rally Dakar con un coche propulsado únicamente por electricidad (hay un motor de gasolina de 2,0 litros a bordo, pero es estrictamente un extensor de la autonomía para su uso en las etapas más largas del Dakar, y no impulsa las ruedas), lo hizo bajo la creencia de que las regulaciones se redactarían de una manera que asegurara que su RS Q e-tron sería competitivo con las clases de motor de combustión interna (ICE). 

Desde el punto de vista de Audi, eso significaba que sus coches podrían contar con un sistema de inflado de neumáticos a bordo para ayudar a ajustar el manejo del coche sobre la marcha y un chasis físicamente más grande para permitir un mayor recorrido de la suspensión y ruedas más grandes en un intento de repartir las cargas de impacto y cubrir más fácilmente los terrenos irregulares.

Audi no consiguió esas adaptaciones, que sí obtuvieron las clases ICE, y el proyecto se quedó en agua de borrajas desde entonces. "Lo que no podemos ignorar es que un reglamento que iba a dar prioridad a estos motores híbridos-eléctricos (no salió adelante)", declaró Sainz en las horas previas al rally. "Al final tenemos la misma o menos potencia y más peso... Esto lo vamos a ver muy rápido y desgraciadamente ha penalizado mucho el proyecto".

Antes de que alguien señale que el reglamento no supuso una gran diferencia porque el RS Q e-tron ha sido capaz de ganar etapas, recordemos que Audi tenía al volante a los que posiblemente sean los mejores pilotos del Rally Dakar a día de hoy, Peterhansel y Sainz. Ellos han llevado sus máquinas al límite absoluto sólo para mantenerse en contacto con el Toyota líder (un pick-up Toyota/Gazoo Racing Hilux impulsado por un motor Lexus LS de 3,5 litros con doble turbocompresor y "más de 450 CV"). Eso es muestra del talento de ambos pilotos pero no de las reglas "justas y niveladas" de la ASO.

En cualquier caso, el equipo Audi puede darse por satisfecho con el excelente resultado obtenido en su primera participación en el rally más exigente de todos los tiempos. Con varias victorias de etapa, tanto de Sainz como de Peterhansel, que han dejado totalmente satisfechos a los aficionados al programa de automovilismo de Audi y de los vehículos eléctricos en general.

En cuanto a si Sainz y Peterhansel volverán a firmar con Audi, no está claro, pero Sainz parece más motivado que nunca, a pesar de sus 59 años. "Cada año renuevo mis sueños, eso es lo que te da la motivación para seguir adelante", dice. "Y cuando se puso este proyecto sobre la mesa, fue lo suficientemente emocionante como para intentar formar parte de él. Y a mí, como veterano, el hecho de que Audi contara conmigo me hizo mucha ilusión."

Lo que sí os podemos asegurar es que el próximo año seguro que tendremos al primer coche eléctrico luchando por la victoria en el Dakar.