El fabricante chino Xpeng ha dado un paso estratégico decisivo para afianzarse en el mercado europeo: ha comenzado a ensamblar sus vehículos eléctricos en el continente. Las primeras unidades de los Xpeng G6 y G9 han salido ya de la línea de producción del especialista Magna Steyr en Graz (Austria).
Este movimiento no es casual. Responde directamente a la necesidad de mitigar el fuerte impacto de los aranceles de la UE impuestos a los vehículos eléctricos fabricados íntegramente en China. La colaboración con Magna Steyr no es solo un acuerdo puntual, sino el inicio de una "colaboración a largo plazo para futuros modelos".
Los rumores de una asociación entre Xpeng y Magna Steyr se confirmaron. El fabricante chino ha inaugurado oficialmente su primera línea de producción europea en las instalaciones de Magna en Austria.
Los modelos iniciales ensamblados en Graz son los populares SUV Xpeng G6 y Xpeng G9, a los que seguirán otras series en el futuro. Este acuerdo es un hito para ambas compañías:
El núcleo de esta maniobra se encuentra en la estrategia de exportación conocida como Ensamblaje SKD (Semi-Knocked Down).
El modelo SKD consiste en construir vehículos en el país de origen (China), desmontarlos parcialmente y exportar estos kits de componentes al país de destino. En este caso, el re-ensamblaje se realiza en Graz.
Esta técnica es una respuesta directa al aumento de aranceles de la UE. Actualmente, los vehículos eléctricos totalmente fabricados en China se enfrentan a una barrera fiscal de casi un tercio:
Al importar solo piezas y componentes (SKD) en lugar de vehículos completos, estos aranceles adicionales no se aplican, lo que permite a Xpeng mantener sus precios más competitivos en Europa.
Esta estrategia sienta un precedente para otros fabricantes chinos que buscan mitigar los costes de exportación a Europa. El ensamblaje SKD permite a Xpeng absorber los costes logísticos y operativos sin trasladar la carga fiscal total al consumidor final, manteniendo una posición agresiva frente a competidores europeos y americanos.
Para Magna Steyr, este contrato es crucial. La planta de Graz ha visto una reducción en su volumen de producción, especialmente tras el fin de la producción del Jaguar I-Pace y la quiebra de Fisker. La asociación con Xpeng subraya el compromiso de Magna con la innovación y la flexibilidad para la nueva industria del VE.
La estrategia europea de Xpeng es integral. Además del ensamblaje en Austria, la compañía está reforzando su presencia de I+D. La reciente apertura de un centro de Investigación y Desarrollo en Múnich servirá para apoyar la cooperación técnica y adaptar los productos a las preferencias de los mercados locales.
La compañía espera que, con una cartera de productos en expansión (G6, G9, P7+) y la mitigación de los aranceles, los volúmenes de ventas europeos, que en el primer semestre de 2025 superaron las 8.000 unidades, aumenten significativamente.
Xpeng ensambla sus modelos G6 y G9 en la planta de Magna Steyr en Graz (Austria), bajo un modelo de fabricación por contrato.
SKD (Semi-Knocked Down) es una estrategia de exportación donde los vehículos se construyen y se desmontan parcialmente en el país de origen (China), se envían como kits y se vuelven a ensamblar en el país de destino (Austria) para reducir los aranceles de importación.
Para mitigar el impacto del arancel adicional del 21,3% impuesto por la UE a los vehículos eléctricos totalmente fabricados en China, manteniendo la competitividad de sus precios.
El acuerdo entre Xpeng y Magna Steyr es un ejemplo claro de cómo la geopolítica y las barreras fiscales están obligando a los fabricantes a reconfigurar sus cadenas de suministro. El ensamblaje SKD en Graz es la prueba de que la competitividad china en el mercado europeo depende ahora de la fabricación local y las estrategias logísticas inteligentes.
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