La conducción autónoma se encuentra, en la actualidad, limitada por los requisitos y normativas de cada país. Por lo general, estos son más restrictivos en Europa que en países como EEUU o Canadá. No obstante, la tendencia es que cada vez el conductor pueda, gracias a funciones como la conducción autónoma de Tesla, adoptar un papel más pasivo.
Es de esperar que, en un futuro no muy lejano, el conductor se convierta prácticamente en un pasajero más, que pueda disfrutar tranquila y relajadamente del paisaje, mientras el piloto automático de su coche hace su trabajo.
Es importante considerar que existen cinco niveles de conducción autónoma. No obstante, en la actualidad la gran mayoría de los coches nuevos disponen de tecnologías de nivel 2, es decir, de automatización parcial.
A partir del nivel 3, se considera que el vehículo tiene una automatización condicionada. Esto significa que puede tomar decisiones de forma autónoma, como el cambio de carril, o la frenada de emergencia. No obstante, el factor humano sigue estando presente, puesto que el conductor debe mantener las manos continuamente en el volante y su papel sigue siendo clave para actuar en momentos puntuales. Está previsto que, en breve, los coches puedan circular en Europa con este tercer nivel.
El sistema AutoPilot de Tesla es, probablemente, el más avanzado en automoción, aunque sigue siendo un sistema de conducción autónoma catalogado como de nivel 2, según los estándares SAE. Además, algunas de sus funcionalidades siguen sin tener permiso para utilizarse en Europa.
La conducción semiautónoma de nivel 2 de Tesla incluye funciones de asistencia al conductor muy avanzadas, las cuales mejoran notablemente la seguridad y la comodidad al volante. Éstas son las más destacadas:
Para conseguir este nivel de conducción autónoma con todas las garantías de seguridad los vehículos Tesla disponen ocho cámaras envolventes y algunos modelos hasta doce sensores de ultrasonidos que permiten detectar los objetos que hay alrededor del vehículo. Pero recientemente Tesla ha dejado de apostar por cualquier otro tipo de sensores que no sean las videocámaras y ha anunciado la eliminación de los sensores de ultrasonidos. La razón básicamente es la apuesta de Tesla por el reconocimiento visual para el desarrollo de su sistema de conducción autónoma.
En cualquier caso, las funciones actuales del sistema Autopilot requieren una supervisión activa del conductor, que debe llevar siempre las manos en el volante.
¿Cómo activar el Autopilot de Tesla? Simplemente hay que dirigirse a la pantalla táctil y tocar Controles > Piloto automático > Navegar en Piloto automático. Se requerirá la calibración de la cámara y es necesario descargar la última versión de los mapas de navegación, a través de una conexión Wifi.
Todos los modelos Tesla, hasta el más económico, incorporan el hardware necesario para ofrecer funciones de conducción autónoma, simplemente hay que adquirir e instalar el software necesario.
El sistema Autopilot piloto automático viene de serie en todos los Tesla nuevos. Para los propietarios de coches más antiguos, que recibieron sus coches sin Piloto automático, se puede adquirir dos paquetes: el Piloto Automático Mejorado, que tiene un coste de 3800€ y la Capacidad de Conducción Autónoma Total con un coste de 7500€.
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