Tesla ha cambiado su plan de inversión, según una presentación ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC). Según esto, Tesla quiere invertir entre seis y ocho mil millones de dólares al año hasta 2024. Además, los Superchargers de Estados Unidos se abrirán a terceras marcas.
Pero primero, el plan de inversión: Según el documento presentado ante la SEC, Tesla espera invertir mil millones de dólares más que antes en este año y en los dos siguientes: en lugar de entre cinco y siete mil millones de dólares, se han presupuestado entre seis y ocho mil millones de dólares. El dinero adicional se destinará a las dos nuevas plantas de Austin y Grünheide para ampliar la producción.
Tesla explica el rango de dos mil millones de dólares con la situación poco clara: "Dado el número, la amplitud y la profundidad de nuestros propios proyectos centrales" es difícil predecir los flujos de capital para ello. En concreto, se mencionan nuevos productos como una generación actualizada de Megapack, la producción de coches eléctricos en tres continentes y la entrada en la producción de baterías.
Ya en junio, Elon Musk había calificado las dos fábricas como "gigantescos hornos de quemar dinero" que están "perdiendo miles de millones de dólares". Sin embargo, la empresa volvió a obtener beneficios multimillonarios en el segundo trimestre. El trasfondo del titubeante aumento de la producción es, por ejemplo, la escasez de baterías 4680 para el Giga Texas, los problemas logísticos en los puertos chinos y, al menos en Grünheide, probablemente también la falta de trabajadores cualificados.
Al parecer, Tesla ha aliviado un poco los problemas de la cadena de suministro para el Giga Texas: según el informe, la fábrica de Austin se abastece de varios proveedores de México por camión. Para simplificar el transporte, Tesla ha recibido su propio carril en el paso fronterizo de Colombia Solidarity Site, entre el estado mexicano de Nuevo Léon y Texas, según Bloomberg. Allí, los camiones con piezas de los proveedores, pero no los coches de Tesla, pueden pasar por su propio carril al resto de los que cruzan la frontera. No se sabe qué ha hecho Tesla a cambio.
Además, según el Wall Street Journal, Tesla está a punto de abrir su red de Supercargadores en Estados Unidos a otras marcas. Según el periódico, Tesla ha solicitado financiación federal para seguir ampliando su red de HPC. Sin embargo, un requisito previo para la financiación es que los puntos de recarga subvencionados estén disponibles para todos los coches eléctricos, incluidos los de la competencia. En Norteamérica, el obstáculo para la apertura del Supercharger sigue siendo algo mayor que en Europa: mientras que Tesla se basa en el estándar CCS aquí con el Supercharger V3, los Superchargers estadounidenses tienen el propio enchufe de carga de Tesla. Por lo tanto, los coches eléctricos de otras marcas tendrían que utilizar un adaptador; en enero hubo informes sobre un conector de este tipo. En ese momento se dijo que el adaptador se probaría como parte de un programa piloto a partir del tercer trimestre de 2022.
La startup estadounidense Aptera también acaba de escribir una petición al congreso para que se adopten los Superchargers de Tesla como estándar nacional de carga en Estados Unidos.