Según datos publicados por la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER) los datos de las matriculaciones de vehículos registradas por las compañías de renting al final del mes de septiembre de 2021 se elevan a 194.235 unidades. Comparando este dato con el mismo periodo de 2020 observamos un incremento acumulado del 33,66%. Aún así, debemos tener en cuenta que si comparamos esta cifra con los datos de 2019 vemos que se mantiene una caída del 15,53%.
Los datos de matriculaciones totales de este mes de septiembre no han sido nada buenos, el mercado total ha registrado 71.153 matriculaciones en el mes, mientras en el mismo mes de septiembre de 2020 llegaron a 86.719 unidades, esto representa una caída del 17,95%.
Este dato ha provocado una disminución del crecimiento acumulado que veníamos experimentando a lo largo del año en el total de matriculaciones. Ahora este dato se sitúa en el 9,12%, con 782.860 unidades matriculadas hasta septiembre de 2021. Pero aún nos queda mucho camino para llegar a cifras pre-pandemia si tenemos en cuenta que si comparamos estos datos con los del ejercicio 2019 vemos que la caída sigue siendo superior al 30%.
El peso del renting en el total de las matriculaciones no ha parado de crecer este año y se sitúa casi en el 25% cuando a septiembre de 2020 era del 20%. Esto supone que uno de cada cuatro vehículos que se han matriculado este año ha sido via renting. Si nos fijamos únicamente en el canal empresa vemos que este porcentaje es aún mayor, casi el 41% de las empresas optan por contratar servicios de movilidad con una empresa de renting en lugar de invertir en flota propia. Está claro que el renting es la opción más atractiva a la hora de optimizar la gestión de flotas de la empresa y las cifras así lo demuestran.
El segmento de vehículos con más peso dentro de los contratos de renting sigue siendo el de derivados, furgonetas y pick up, donde el sector copa el 30,29% del mercado. Si nos centramos en los vehículos propulsados por energías alternativas vemos que su peso es aún mayor, con un 27% del total; de la misma manera que los electrificados, que ya suponen casi un 8% del total de las matriculaciones de sector. Aún así, el porcentaje de vehículos 100% eléctricos sigue siendo muy bajo por lo que vemos con muy buenos ojos todos los planes de ayudas que se están promoviendo desde el Gobierno y la Unión Europea para acelerar la transición a la movilidad eléctrica.
La importancia del renting en la transición hacia la movilidad eléctrica se está viendo refrendada con su inclusión en el recientemente anunciado MOVES Grandes Flotas. El Gobierno lanzará un nuevo programa para empresas que deseen renovar flotas de más de 500 vehículos en el ámbito de más de una comunidad autónoma dotado con un presupuesto de 50 millones en 2021, ampliables en 2022 y 2023. Junto con los anteriores planes MOVES II y MOVES III, estas ayudas están provocando que ya sean muchas las empresas que decidan apostar finalmente por esta opción.
En este sentido, con los datos de septiembre de 2021 y en comparación con el mismo período del ejercicio anterior podemos ver claramente que la inversión total realizada en la adquisición de vehículos nuevos por las compañías de renting ha alcanzado los 4.138 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 39,61%.
En palabras de José-Martín Castro Acebes, presidente de la AER: “El tercer trimestre se ha cerrado manteniendo un peso en las matriculaciones por encima del 24%. Si el año pasado estuvo marcado por la pandemia, este año la crisis de los semiconductores está frenando el crecimiento de las matriculaciones, pero el renting mantiene la tendencia positiva con la expectativa de cumplir la previsiones al cierre del año.”
Está clara pues cuál es la tendencia, analizando las cifras podemos avanzar que la opción renting es cada vez más atractiva, no solo para las empresas, sino para el usuario particular. Quizá el momento de transición que estamos viviendo en el sector está provocando que los conductores prefieran disponer de un vehículo que no les suponga una inversión que deban amortizar a lo largo de varios años sin estar seguros de haber hecho la mejor elección.