Martin Viecha, ejecutivo de Tesla, acaba de explicó a los inversores los planes de la empresa para los próximos 5 años de la empresa, explicando qué tendencias y métricas son las más importantes, y qué se puede esperar de un vehículo eléctrico más barato, un servicio de robotaxi y otros posibles productos futuros.
Como jefe de relaciones con los inversores de Tesla, Viecha habló durante la conferencia tecnológica de Goldman Sachs, a la que sólo se puede asistir por invitación, celebrada el pasado lunes en San Francisco. Una persona que asistió al evento compartió los detalles de su amplia charla.
El ejecutivo comenzó centrándose en dos temas fundamentales para Tesla y el sector de los vehículos eléctricos en los próximos 5 años: el suministro y la tecnología de las baterías y el coste de fabricación de los vehículos. Afirmó que el sector acabará creciendo tan rápido como el suministro de baterías. Esto afectará a áreas como la construcción de celdas y paquetes de baterías, pero también al diseño de las mismas y a la extracción y refinado de litio, níquel y otras materias primas.
Viecha subrayó que el coste de fabricación por vehículo es la métrica más importante a tener en cuenta en los próximos años, afirmando que es el determinante último de cuántos coches pueden fabricar las empresas y de lo grande que puedes llegar a ser. En 2017, a Tesla le costaba 84.000 dólares fabricar cada coche. Eso ha bajado a 36.000 dólares por vehículo en los últimos trimestres, señaló el vicepresidente. Casi ninguno de esos ahorros provino de costos de baterías más baratos. En cambio, Tesla se benefició de un mejor diseño de los vehículos para facilitar al máximo su fabricación y de un nuevo diseño de las fábricas. La primera fábrica de Tesla en Fremont, California, cerca de Silicon Valley, no es un buen lugar para construir coches, añadió Viecha, señalando que hay lugares más baratos, como Shangai y Berlín. Tesla tiene dos nuevas fábricas en esos lugares, además de otra en Austin (Texas).
La empresa quiere seguir esta trayectoria, ampliando los límites de lo que cuesta producir un vehículo eléctrico. La fábrica de Fremont representa aproximadamente la mitad de la producción de Tesla. A medida que las nuevas instalaciones produzcan más coches, podrán fabricar cada vehículo por menos de 36.000 dólares, lo que debería ser bueno para la rentabilidad de Tesla, dijo Viecha.
Durante los 120 años de la industria del automóvil, argumentó que sólo ha habido dos grandes revoluciones en la fabricación. Una fue el Modelo T de Ford y la otra el enfoque de producción más barato de Toyota en la década de 1970, explicó. "La arquitectura de los vehículos eléctricos es tan diferente del motor de combustión interna que permite una tercera revolución en la fabricación de automóviles", dijo Viecha.
Cuando se le preguntó por la posibilidad de que Tesla fabrique un EV más barato, Viecha dijo que la empresa quiere tener un vehículo más asequible en la carretera. Si una empresa quiere ser un fabricante de automóviles de gran volumen, necesita una cartera amplia, y Tesla necesita una oferta más barata antes de que salga su servicio de robotaxi operado por la empresa, explicó.
La demanda del Model 3 y el Model Y ha sido más fuerte de lo esperado, por lo que reduce la necesidad de un nuevo modelo en breve, señaló. "El Model Y se convertirá básicamente el año que viene en el vehículo más vendido de todos los tiempos en el mundo", añadió el ejecutivo, al tiempo que señaló que eso incluye los elevados costes de la fábrica de Fremont y el casi nulo leasing. "Esta es una importante palanca de ventas que nunca hemos tocado, pero en el futuro podríamos impulsar la demanda de otras maneras", dijo Viecha.
El debate se centró en el servicio de software de conducción autónoma de Tesla, o FSD. Viecha explicó que el FSD "supervisado", en el que pueden intervenir los conductores y el software, está siendo utilizado en las calles de las ciudades estadounidenses por unas 100.000 personas. Basándose en los datos que ve Tesla, el FSD supervisado podría extenderse a toda la flota de Tesla en EE.UU. a finales de este año, predijo.
Señalando que se trata de una "autonomía supervisada", indicó que los conductores aún deben prestar atención o se arriesgan a perder el acceso al servicio. A medida que Tesla recopile más datos de las intervenciones, abordará los problemas y lanzará actualizaciones de software para mejorar el sistema. Este proceso iterativo llevará a Tesla a la plena autonomía, añadió.
"Creemos profundamente que la recopilación masiva de datos y la IA es la única manera de resolver la autonomía generalizada", dijo Viecha. "Ese es el camino que estamos tomando". El ejecutivo describió el Model X y el S como la primera generación de la plataforma de Tesla. El Model 3 y el Y son la segunda generación. La plataforma robotaxi es la tercera generación, explicó.